27.12.02


PUERTAS VENENOSAS


Vengo de un bar donde se encuentra una de tantas probables entradas a la ciudad de Tijuana. En Tijuana, a su vez, existe una cantina donde se encuentra una de las probables entradas a Guanajuato. Cuando me di cuenta de estas puertas (que parecen no ser tan falsas), supe que ya tenía resuelto el trayecto inmediato a mis dos ciudades, sin tener que viajar ni por camión ni por avión y tampoco en mi fraudulenta escoba. Lo único que necesito es beber varias, muchas, interminables cervezas para darme valor y lanzarme por una de las puertas ya mencionadas. Así, creo que traspasar las paredes no será tan doloroso.

Desde que llegué a Guanajuato por todas partes me encuentro textos de Federico Campbell, la columna de la revista Milenio, la novela Intrapeninsular, la foto del nuevo libro y para acabarla, hace rato, en el bar donde estaba, de repente pusieron la rolita que más me llega y que me remite a esa ciudad en mis fronteras, la de los "Tijuana No", la que me retrata más vivamente una de tantas realidades...si no das el trancazo tú, te lo da el de la esquina...estabas en la cárcel (gasp!) y nadie fue ni pa´darte una visita, estabas...sí, la rolita esa que creo se llama "Pobre de ti". Total, que vine a Guanajuato para nada más estarme acordando de Tijuana. En realidad quisiera ya no acordarme ni de una ni de otra ciudad, nada más quisiera estar en cada una de ellas a la hora y en el lugar justo, en el momento preciso. O de plano no estar en ninguna y lanzarme a conocer nuevos venenos.

26.12.02



CONSEJO PLANEADOR

A veces, a las ciudades se debe llegar como de la nada. Como de ninguna parte. Como de ningún sitio. Como si al caer se fuese simplemente, el blando y caliente guano de un ave volando hacia el horizonte.

25.12.02



DE NUEVO EL CUMPLEAÑOS

Mi abuelo vino hace rato a notificarme que el día de mi cumpleaños, en este dos mil dos, había sido marcado nacionalmente por la llegada de Gloria Trevi al país (la hija pródiga, la cárcel, la loquita insulsa, la musa barata, la papa con demasiada catsup ahora) y porque el Popocatépetl como hace ya tres o cuatro años, echó fumarolas de nuevo, justo el veintiuno de diciembre. De Gloria no dije nada, sólo pensé en el villancico y su in exelsis deus y le respondí a mi abuelo que las fumarolas del Popo se debían a que la Tierra, pa´ felicitarme, echó un eructo a mi salud. Es todo lo que me merezco.

25 DE DICIEMBRE


Lo había olvidado. No recordaba el grado de mal humor al que puedo llegar cuando me siento familiarmente saturada. Demasiadas preguntas, demasiados consejos, muchos gritos, muchas caras, muchas tías buena consciencia y muchos tíos sorprendidos, muchos ruidos, mucho, demasiado cariño a mi persona. La huída que emprendí hace casi dos años me había impedido recordar mi honorable papel de oveja negra, dentro de la familia. Es veinticinco de diciembre y hace tres segundos mi primo menor vino a asomarse sobre mi hombro para ver qué estoy escribiendo. Se me enciende la amaranoia, me malviajo, mi sentido poco tolerante para con la gente que me quiere y desea estar cerca de mi (pero tan tan cerca) realmente me enfurece. Después de escribir esto, me empiezo a sentir mal, me "remuerde" la consciencia y ya sé que al rato para desenfadarme de todo, tomaré mi garrachamarra y anunciaré a mi madre: Vengo al rato. Por suerte, ese rato puede transformarse en dos días después. Soy una maldita vaga. Y me disfruto. (A los veintitrés años, cuando terminé de leer Rayuela, como todas, yo quería ser La Maga. Creo que me fue mejor, soy realmente La Vaga.) En unas dos horas andaré Guanajuato por los túneles. Antes que los callejones prefiero los túneles y no se trata de que sea muy darketona sino que cada vez que los camino, recuerdo un sueño repetitivo que nunca he logrado entender y sucede precisamente ahí, en la calle subterránea, justo frente a la bifurcación de dos túneles, con la mortecina amarillenta luz que los inunda y el tradicional olor a miados. Porque eso sí, Guanajuato es literalmente una cloaca. Oscura y pestilente. Y por eso me gusta. Porque aquí se vienen a lavar realmente la buena consciencia, todos los que arriba entornan los párpados y ven Cristos en los perfiles de los cerros.

Soy muy contradictoria. Cuando en otros lugares recuerdo a mi familia, muchas veces tengo que empezar a fumar un cigarro para ahogar un tanto el sollozo que me provoca la distancia. Y hoy que estoy aquí, de hija pródiga, rodeada de amor, disfrutando de la clasemediera y romántica forma de vida familiar que me tocó, estoy que no aguanto a nadie. Salgo ahora corriendo en busca de aire. Salgo veloz a la calle. Me cubro con mi chamarra eterna y voy a ver qué fantasma se me aparece ahora. Chance y me invite una cerveza.

23.12.02



¡AUXILIO!

Estoy maravillada. Estoy enteramente feliz. Reconocer mis lugares despacio, olerlos y tocarlos hacen como que una caparazón interna termine de abrirse. Me despellejo. Me transformo (sí, un cambio de piel como las mismísimas víboras je je). Pero eso no es todo. Me producen un estado total de conmoción las casualidades. Ya sé que a casi nadie le importan. Ya sé que huelen a ignorancia y clasemedieres terrible. Ya sé que con ese amor por los azares quedo descontinuada del mundo inteligente. Y no importa. Me sublima encontrarme con la gente. Y que no se quede simplemente en bosquejo, en dibujo inacabado. Me gusta que la gente que un día supe, cobre vida. Se materialice. Hable, vea y diga. Me gusta que la vida me enseñe y no deje de asombrarme. ¡Carajo! De cualquier manera me preocupo. Cada día me siento más y más cursi y lo peor es que creo que me está gustando. De seguro se trata de pura emoción premenstrual pero ¡chale! duele a veces un poquito sentir tanto.

22.12.02



1933


A las cuatro y media de la tarde un amigo y yo nos vimos bajo el sol quemante del invierno, bajando de un coche en la carretera panorámica de la ciudad de Guanajuato. Veníamos de celebrar mi cumpleaños y otros amigos nos dieron un aventón a la entrada del callejón del Temezcuitate, que era la opción más cercana para bajar caminando de la panorámica al centro. A mi amigo le dió sed y nos detuvimos frente a una pequeña tienda, donde la fachada amarillo mostaza se me antojó. Creo que unos minutos más ahí y sí la hubiera probado. Nos sentamos un rato sobre unos escalones a mirar la sierpe empedrada que nos esperaba para continuar el trayecto. Mi amigo se puso nostálgico. Dijo que su vida era tan absurda como un callejón lleno de banderitas. (El callejón estaba decorado con cientos de banderitas en colores rosa y blanco, seguramente por las fiestas decembrinas o quizá por alguna fiesta de quince años, ayer, sábado). Después de reposar un poco y tratar de entender la realidad de estar en lo alto de un callejón, afuera de los abarrotes San Juditas (donde anunciaban teléfono público y dónde no había tal), mi amigo se preocupó mucho porque tenía que realizar la edición de un texto, con una alumna llamada Susan y él aún no comenzaba ni a revisar. Me di cuenta que Susanjuditas empezaba a enviarme una revelación, era el mensaje cifrado. Continuamos descendiendo cuidando de no tropezar, pues los callejones de mis lugares tienen muchos escalones imaginarios, así como escaleras que no llevan a ninguna parte. Disfruté bajar caminando un tanto despacio con mi amigo, porque las fachadas parecían estar recién pintadas -y muy ajenas a nuestras fracasadas vidas-, tanta saturación de felices colores me hicieron sonreír tranquila y cursimente emocionada. Por poco y hasta le tomo la mano a mi amigo sólo para compartirle por cuasi ósmosis, mi emoción conmovida. De repente dos siluetas se aparecieron sentadas entre las escaleras. Dos siluetas de una pareja de ancianos. Viejitos de verdad. Pelo cano, cuerpos reposados y un tanto comprimidos, achatados. Un gato gris dormía tras la figura de la señora. Odié no tener conmigo una cámara fotográfica, aunque sé que la imagen no se me olvidará nunca. Al voltear a ver a mi amigo que estaba como un metro atrás de mí, me gustó en cantidades enormes su rostro cansado con el reflejo de la tarde sobre él y una fachada azul rey con puerta en rojo, a sus espaldas. Amo los colores de esta ciudad. Amo sus puertas y ventanas. Amo sus piedras. Mi amigo sabe que soy una cursi irremediable y le provoco risa intensa. Creo que a él le impactó también la imagen de las siluetas pues cuando pasamos justo al lado de la pareja, sin contenerse, preguntó:
–Señor, ¿cuánto tiempo tienen de casados? A lo que la voz laberíntica le respondió:
–Desde mil novecientos treinta y tres.
La viejita no escuchaba y le preguntó al anciano que qué le preguntaba el joven. El gato se levantó y después de vernos, volvió a echarse con todo su gris encima.
–Señor ¿y sí quiere mucho a su esposa? (preguntó todavía con el aroma de la añeja respuesta que olía a naftalina y piloncillo)
-¡Pues claro! ¿Cómo no la voy a querer? ¡Si es mi esposa!
Mi amigo y yo continuamos el descenso. La pareja de ancianos se quedó rumoreando sobre las preguntas de los dos descoloridos impertinentes. El rumor era en voces muy altas, imagino que ya casi no se oyen.
No sé él qué piense, pero para mi esa es una pareja de verdad. De las que ya no se hacen. De las que ya no existen. De las que fueron manufacturadas con paciencia, entrega y quizá un tanto de cariño. De las que huelen a tiempos pasados.

Cuando íbamos en la prepa jamás me atreví a confesarle a mi amigo todo lo que me gustaba. Yo era realmente, a pesar de mi jaranería habitual, muy tímida y reservada en los asuntos misteriosos y secretos "de los amores". Yo esperaba a mi amigo casi todos los días para poder conversar con él aunque fuesen sólo unos minutos. Creo que fui buena actriz. Mi amigo nunca se dió cuenta. Ahora, casi quince años después, yo divorciada y él medio atormentado con su relación actual, descendimos uno de nuestros callejones. Parece que él odia esta ciudad. Yo, a pesar de todo, la amo. Estamos alrevesados y confundidos. Qué bueno que nunca fuimos novios. Quizá hoy nos odiaríamos con rencores profundos y nunca hubiéramos caminado esta tarde. No hubiéramos visto gatos y tampoco les hubieran regalado ese hermoso milnovecientos treintaytres a nuestros desvencijados oídos.

21.12.02



DICIEMBRE

¡Dí sí hombre!



DICIEMBRE II

¡dí NO hambre!


MENSAJE CIFRADO

Si sigues "pensando" me vas a odiar.

MONTERROSIANA

Y cuando Patrice despertó, Leo todavía estaba ahí.

DECLARACIóN

Sólo las puertas son falsas.

GASP!

Sucede es que estoy pasando por el proceso de descontextualización. Ahora trato de adaptarme porque a mis lugares me los llevé en la cabeza a otra ciudad. Y parece que allá los dejé porque esta ciudad no se parece mucho al recuerdo que tenía de ella. De todas formas es disfrutable. Es como cuando dejas de ver por años a uno de tus grandes amores y de repente, te lo topas en la calle y ya no sabes quién es, pero el corazón se sigue agazapando frente a sus enormes ojos.

CUASI NIÑA DIOSA


Hoy hace veintinueve años, quería ser realista y nacer con los pies sobre la Tierra. Entera. Venía de pies, no de cabeza. Algo falló pues sigo prefiriendo a mis amores platónicos que a los aristotélicos. ¿Sería la cesárea?

CUÉVANO

Podría escribir algo sobre los túneles. Desde los túneles. Decir algo entre callejones. Serpentinamente. Puedo decir que a esta ciudad la encontré dormida y por más que le grito no despierta. Me preocupa un tanto. Tengo que acercarme más para escuchar si respira, para velarle el sueño unos minutos. Quiero acercarme para ver si el movimiento de los ojos a través de los párpados en esta ciudad continúa. Es mi segundo día. No quiero pensar que está muerta. Voy a sacudirla. Hasta que despierte.

3:50 AM en Cuévano
1:50 AM en Tijuana


"Ninguno de sus contactos está conectado". ¿Y ahora qué se hace? Nadie me ha dado algún remedio para la ausencia de "contactos" en el messenger. Ya sabía, esta es la hora chatídica.

21 DE DICIEMBRE

Hoy entró el invierno.

Guanajuato está triste
y la temperatura
sigue
ba
jan
do

20.12.02



DESDE ARRIBA


El capitán Sosa dijo que íbamos a 33,000 pies sobre el nivel del mar. Yo sentí el vértigo del vértigo entonces. Mi compañera de vuelo era una niña que lloró las tres horas sin parar. No me dieron ganas de pedir cerveza. Recordé que en un vuelo anterior un amigo me hacía ver la incongruencia de los iconos respecto a las indicaciones para casos de emergencia: Morí de risa al recordar que no era posible esa tranquilidad en los rostros de las personas dibujadas, mientras se ponían la bolsa de oxígeno. Tampoco en caso de "acuatizaje" (y aquí me acordé de unas amigas que son cuatas), pues mi amigo decía que a los dibujitos sólo les faltaba (después del estrellón) los cocos y lindos veleros, pasajeros y tripulación. En fin, que la risa mató al miedo. Risa mata miedo. Risa mata tristeza. Risa mata vértigo. Risa mata maranta. Risa mata pasiones (ah no, ésa es la pijama). Llegué de nuevo a mis lugares. Y auguro que seguiré...muriendo de risa.

17.12.02



SALIDA INMINENTE


Mi escoba está descompuesta. Le temo a los aviones. Hace tiempo mis alas están rotas. No fumo mariguana. ¿Alguien sabe alguna otra manera de volar?


CASI INVIERNO


Ayer se hizo sentir la casi llegada del invierno a Tijuana. Huracánica la tarde y después la noche, el viento, frío y lluvia se presentaron como trío implacable. Como a las cuatro escampó. Pero el chipi chipi de sirenas se transformó en lluvia de patrullas y tormenta de bomberos por las calles. Yo sólo las escuchaba mientras tres cubetas a ritmo de gota, componían otras sinfonías premadrugadas dentro de mi cuarto. Un cigarro y el Atom Heart Mother de Pink Floyd, siempre son buena terapia para las insómnicas.

16.12.02



LOS REYES VAGOS EN TIJUANA


La primera vez que lo ví se veía cansadísimo. Me preocupó que sufriera una insolación y desmayara. Desde lo alto, sentado en la vigueta de la fachada de un bar de tres pisos que ha escogido, el spiderman de la Avenida Revolución se quedaba mirando el horizonte como sin saber qué hacer. Me imagino que el sueldo por las horas-araña no se pueden cobrar muy caro.
Ayer, quince de diciembre, la mencionada avenida estuvo de fiesta. Como anualmente desde hace diecisiete años se ha llevado a cabo, los Hell's Angels (nombre pleonásmico por cierto, pues con la sola pronunciación de Angels se podría escuchar como si se dijera "and hells", en un mal inglés, claro) tomaron la avenida. Cientos de motocicletas de todos los colores, tamaños, motores y endamiaje tubular hicieron aparición con sus estrepitosos dueños. Barbados la mayoría, enormes también la mayoría y con cara de malos, llegaron a Tijuana e inundaron los bares. La música que cotidianamente resuena desde las amplias bocinas, ayer estaba a todo lo que da en todos los antros. Las cubetas y picheles de cerveza derramándose sobre las mesas. Y las Hell's Angelas se bajaban de la parte trasera de las motos, (lugar que ocupan casi siempre, atrás de los barbados gordos) para mostrar sus curvas, delimitadas casi todas, por el cuero negro de sus pantalones. Ellas arregladísimas, con peinados y maquillajes exhuberantes. Guapas de verdad. Algunas de ellas monumentales. Y ellos, emanando desmadre y algunos cierta bondad que destilan los gorditos bonachones (sí, parecida a la imagen que creó el emporio Coca Cola para el sacerdote turco Hagios Nikolaos, ahora mejor conocido como Santa Klaus). Se pensaría que llegan como los antiguos piratas llegaban a las pequeñas poblaciones costeras, a adueñarse de todo y de todos pero en esta extraña ocasión, los Hell's Angels vienen en la más pura versión de reyes magos fronterizos o santa klauses clonados, vienen a nada más y ni nada menos que a repartir regalos a los niños. Sí, las actividades se fusionan, el baile, el alcohol, la música y las buenas intenciones.
Por supuesto, nuestro hombre araña no puede quedarse atrás, y desde su vigueta hace suertes colgándose con las piernas del tubo de la fachada del bar de tres pisos, al tiempo que avienta puñados de dulces a los mirones que le aplaudimos.


DE MANÍAS


Pensar en voz alta es de mis manías, la más delatora. Pensar en voz alta evidencia sin escrúpulo alguno la necesidad imperiosa de hablar. De preguntar y responder. De proponer hipótesis y teorías (a veces sólo corolarios) acerca de los caminos, del orden de las casas sobre la calle, de la fruta, los dulces y los colores en los mercados. No puedo evitar descubrir a mi lengua en extenso diálogo con el aire cuando voy bajando la loma que me lleva a la carretera, cada mañana. A veces, ella, mi lengua, mantiene conversaciones interesantísimas con las personas que vi la noche anterior o hace dos años en otros lugares. Todo depende del recuerdo más intrépido que logre ocupar lo ancho de mi frente. (Sí, okupa etéreo de mi memoria). Ahí, si no me equivoco, es el escenario donde se asoman y se detienen a conversar con mi lengua ese ejército de seres que me habitan. No creo aún haber enloquecido. Sin embargo sé que pensar en voz alta puede ser a veces si no totalmente vergonzante, sí un tanto llamativo, extraño. No por nada los locos y locas que viven en las calles mantienen diálogos con Nadie que evidentemente sólo Nadie entiende, y todo el mundo que pasa (bueno a veces el mundo no repara en ellos, cierto) voltea (aunque sea por morbo nada más), a ver a los locos en alucinante soliloquio.

Algunas veces, breves segundos después de haber sido descubierta pensando en voz alta, por alguna de las personas que van en el mismo transporte o banqueta, alcanzo a reparar que iba felizmente riendo al continuar conversaciones que por falta de tiempo tuvieron que suspenderse generalmente el día anterior y alcanzo a escuchar también, la voz de la persona que conversaba desde mi frente, con esa, mi lengua imparable. Si un diagnóstico he de dar, por respeto y recato hacia todo lo demás que conforma mi persona, he de decir que mi lengua es la que está desbocada, no yo.
(Lengua desbocada...¡¿acaso el inconsciente quiere decir algo sobre una lengua sin boca?! en todo caso la reflexión de la manía a pensar en voz alta y en voz baja, sonaría a contradicción).

Vine a escribir esto porque hace unos momentos, escuché a mi lengua rumorear con una amiga que estaba sentada holgada y cómoda, como entre amplios y esponjosos almohadones en el centro exacto de mi frente. Fumaba mientras mi lengua algo le cuchicheaba. No supe bien que era lo que le decía. Pero mi amiga también reía a carcajada plena, como varias veces lo ha hecho conmigo. Me llamó tanto la atención que aún sin saber con exactitud de qué hablaban, me contagiaron la risa y empecé a carcajearme yo también, de la nada. Lo bueno es que estamos en privado, en casa, porque considero que quizá estas peculiares explosiones de risa entre mi amiga, mi lengua y yo, por la calle, resultarían quizá incómodas para la gente que a veces por alguna razón, va a mi lado.

11.12.02



DE PENÉLOPES Y ULISES (CON SU PLURAL INTEGRADO)

No es recomendable hablarles de amor a las insomnes. Porque al despedirse lentamente de la vigilia, cuando vuelven a coinciliar el sueño (que les cuesta mucho trabajo), entre parpadeo y parpadeo, alcanzan a pensar que quieren despertar pronto para seguir escuchando. Pueden enloquecer definitivamente, o morir en el momento justo de abrir los ojos de nuevo. Por no dormir. Por falta de sueños. Es una cuestión similar a todo canto de sirenas.

10.12.02


ALARDEO CAUTIVO


Mi escritura se adelgaza, aquí sólo dan platos con avena.


DERECHO A UNA LLAMADA


Desde este aposento estrecho y lóbrego, envío una estruendosa carcajada. Una más morra en mazmorra es un pleonasmo divertidísimo. La que está afuera, no soy yo.


EXCUSA RECLUSA


Mi escritura todavía está allá, tras las rejas. No he podido juntar para la fianza.

7.12.02



SUCESOS



Es más terrible caer de una escalera que pisar la cárcel.

5.12.02



OBSERVACIONES


El otro día conversando con una amiga lamujerabrelapuertadelbaño me llamó la atención su punto de vista, semiraalespejo acerca de este mundo virtual y ahora en algunos lugares la moda lamujerabrelapuertadelaregadera enfiebrada del Blogg. No sabemos aún cuáles serán los avances y futuras consecuencias de la dejacorrerelaguacaliente autopublicación en la red. Se hacen muchas conjeturas y hasta revelaciones se dicen sobre ellacomienzaadesvestirse los peligros y favores que puede proporcionar este sistema. Claudia me decía que el blog le parece lamujersesacalablusa un medio que se debe aprovechar, (yo digo que hasta las últimas consecuencias) sequitatodalaropanollevaprisa aunque ella me subraya la cautela ya que se trata de un medio donde estamos expuestas a cualquier par de ojos. En cualquier lugar. Creo que el blog debe utilizarse como si fuera elbañoesahoraunsauna la oportunidad que en la vida real, a algunas nos llega cada seis meses (si bien nos va) o cada apenassedistinguelasiluetadelamujer dos años. Hablo de la oportunidad para publicar un texto o varios textos en alguna revista "respetable", en algún medio "serio". Ya que a final de cuentas siluetaesbeltafinísima la responsabilidad de lo que se presente en cada página, es directamente del autor o autora de la misma. Como en cualquier ellaentraalaregaderayvoltealacarahaciaarriba otro tipo de publicación. Se corre el mismo riesgo: si se escribe mal setallaelcuerpoconjabóndisfrutandoelmasaje se escribirá mal en todas partes, de igual manera, siendo lo contrario. Claudia me decía también que darle un uso de "diario personal" al Blogg ypiensaquequisieraquedarsebajoelaguacaliente puede resultar un caso de cuidado pues todalavida no sabemos cuántos locos y locas puedan estar al acecho de la vida interior (esto es, nuestras reflexiones) y como pueda existir la posibilidad puesesunenormeplacer de que algún voyeur profesional esté tratando de observar, a través de nuestras palabras, la serie de acontecimientos más íntimos que se puedan elgocedelagua reflejar y publicar por el este medio. Es, como si se asomaran a una ventana sin pedir permiso.

4.12.02



VICIO NARIA

¿Y qué pasará cuando el mundo se divorcie del Blogg? ¿Volverá a las terribles realidades? Por que para evadir la Verdad, esta droga es buena.

DEL ARTE VERDADERO



El autista del año, el más revelador, excéntrico y sabio, no me escucha.


DE MUROS


Ahorita, ahorita, pasados dos tres minutos, el mar y el cielo se difuminaron. No hubo por segundos, campo de profundidad, el cielo y el mar fueron un muro entre azules, grises y bruma. Fueron una pared donde pude recargar la vista y hasta hacer un tiro al blanco (bueno al rojo), el sol enorme era un centro. Será cursilería, pero le atiné.

3.12.02



SOBRE EL ESTILO
(RESPONSO)


Él es Tilo. Es novio del Té de Tila.
Son una pareja felizmente gay.

(Y sólo yo, la que escribe esto,
es capaz de pensar tantas idioteces).


EXTRAVÍO


Perdí un billete. No era el billete para comprar la felicidad (quiero decir, no era uno de lotería con el premio mayor), tampoco era el billete para pagar indulgencias o mi paraíso después de la muerte. No. No lo era. Era un billete que me costó trabajo ganar y que se me desapareció de repente. No era el billete de mucho porque al final el dinero se acaba, pero ­¡carajo! cómo me jode.

2.12.02



GREGUERÍA VELOZ



Al tiempo lo entrenaron las liebres.


DE CÓMO PIERDO A VECES


Sucede que me enamoro de personajes que invento. Esto es, veo a alguien que llega a donde yo por una u otra razón, y es entonces cuando comienzo a observar con cierto detenimiento. Lo detecto. Lo estudio. La velocidad con que camina. Si mueve la cabeza completamente o si sólo mueve los ojos cuando voltea hacia algún sitio. Cómo se sienta. Hacia qué lado se inclina en una silla. Cómo come. Cómo bebe. La sonoridad de su risa. Si ésta es pausada o no. Si se alarga o se detiene. El eco (el eco es importante para reconocer esa voz a millones de kilómetros de distancia). Me gusta ver si se esperan para, durante una caminata, llevar el mismo ritmo de mis pasos o si se dan cuenta cuando yo igualo el de ellos. Sucede que me enamoran las manos. Y más, si saben detenerse sobre la arena o emular el sonido del mar sobre sábanas blancas. Después de una desmenuzada lista de fijaciones obsesivas como todo lo anterior, puedo determinar el grado de mi enamoramiento y es entonces cuando viene la parte más creativa: Empiezo a imaginar el porqué de todos los detalles capturados. Me pregunto y me contesto. Las teorías fluyen. Y hermosamente se acomodan a mis estados favoritos. Ninguna veja mi psique. Todas, respetuosas me saludan. Todas me responden cosas ciertas. A estas alturas el observado hace siglos que se fue. Que pasó por mi lado. Y es entonces cuando lo declaro: Me he enamorado. Y empiezo a suspirar como loca en los momentos más inoportunos, en mi trabajo, en la calle, cuando voy en el transporte público, todo en pos del personaje en cuestión porque ya para entonces, lo sé todo de ellos. Sé por qué sí y sé por qué no. Sé por qué miran a un lado y no para el otro. Sé por qué me observaron también ciertos segundos y cuándo me dejaron hablar, sin escucharme, o al contrario. En fin. Comenzaré a escribir libretos. O guiones para radio. Tengo muchos personajes que amo y ya no se qué hacer con ellos. Además es inevitable: Cuando los pienso, sonríen de nuevo, les golpea de nuevo la luz sobre la cara, escucho sus voces, siento cuando mi pierna tocó las suyas dentro de un auto, cuando no pude voltear a verles los ojos y fuí, frente a ellos, vulnerable. A mis personajes los huelo, los toco, en parpadeos y a la distancia. Es entonces cuando me asesinan.


TEXTO INÚTIL


Tengo un amigo que se convirtió en un gurú en decadencia. Sigue queriéndome "iluminar" a veces y hoy, está muy sonriente porque me ha enseñado algunas de las claves oscuras y misteriosas del html...no le quiero decir nada...mejor me empino un vaso con agua y no le digo que me conmueve.


UNA


La niña acostada en el patio de una casa
apretando una moneda con su pequeña mano izquierda.
La niña que era confundida por la gente
con su hermano menor.
La niña que siempre ha amado a los animales.
Una niña generosa.
La niña que siempre quería hacer, decir y vestir
como su hermana mayor y por ella, era rechazada.
La niña golondrina.
La niña que jugaba a tener bancos y se quedaba siempre
con montones de papeles de colores para comprar universos.
La niña que le temía a los gatos.
Una niña trébol repartiendo buenas suertes.
La niña que cuidó, bañó y dió de comer a su abuela enferma.
La niña que salvó la vida de otro hermano.
La niña que no teme a la sangre, a los hospitales ni a las jeringas.
Una niña blanca que se fué a vivir cerca del mar.
La niña que ríe con los niños más pequeños y descalzos.
La niña que escucha el estruendo de los monos y las selvas.
La niña que siempre a calmado el llanto.
La niña que entre las piedras, los árboles y el agua se funde.
Una niña de enmedio.
La niña que me adivina.
La niña que se asoma con los ojos cerrados.
La niña que sueña las muertes de una familia.
Una niña fuego.
La niña que dentro de poco se irá a un país lejano.
La niña fotografía de mis ojos.
La niña enorme.
Una mujer entera.
La niña a quien la espalda golpeé.
La niña que herí.
La niña que amo.
Mi hermana.