31.1.07

DE NETAS




Lo impensable es chido.

30.1.07

PALMARIPOSA




Se fue pa'l mar y ahora posa.


*


DEL CUADERNO DEL CRONISTA



La libertad es un río en busca de mar.

Eliazar Velázquez


I
La libertad es un tema de filosóficos y ancestrales desvelos que auguro llegará al fin de los tiempos sin certezas absolutas, sin embargo, esta disquisición que aquí me propongo no aspira a tales lances etéreos, es más ordinaria, más acicateada por
las urgencias de vivir que por sofisticadas premisas socráticas.


II
Hace mucho tengo conciencia de los niveles de manipulación y engaño a los que estamos sometidos los ciudadanos de este país, aunque eso tampoco es nuevo o exclusivo de este tramo de los siglos, pues en todas las épocas el poder en turno entroniza a sus héroes y a sus villanos. Lo singular de estos tiempos -entre otras cosas-, es la vertical dictadura que ejercen sobre nuestras voluntades y conciencias los medios masivos de comunicación, y con particular impunidad las televisoras, que según convenga a sus intereses de acumulación se alían con alguna de las mafias del poder.


Si la inocencia fuera eterna el alma se ahorraría muchos sobresaltos, pero la suma de experiencias, información y andanzas va sedimentando certezas fundadas y en mi caso una de las más crudas es saber que en México, de día y de noche (y de modo intencionado y dirigido) la gran mayoría de los medios de comunicación se proponen embrutecer a las personas de todas las edades, pero igual de lacerante es concluir que la gente del poder político no se tienta el corazón para mentir y para acomodar las leyes en una lógica de preservación de los privilegios de sus respectivas camarillas.

Lo sé hace tiempo, pero de un modo u otro me había pertrechado de tolerancia y años atrás hasta dispuse algunas horas preciadas para hacer crónicas de políticos en campaña y en afán voyeurista me asomaba a los actos públicos sólo para confirmar como los del presidium casi siempre están buscando los chamorros de las edecanes o tienen el pensamiento en cualquier otro planeta grillesco menos en el asunto que en ese evento los ocupa. (En serio me pregunto y hasta con curiosidad, si un día recuperaré la paciencia o volveré a encontrar razones para hacer relatos periodísticos de esas ridículas pasarelas políticas).

Cuando les apagué la tele
a los locutores de noticias?


Después del pasado 2 de julio me desperté realmente preocupado por mi salud mental. Y es que luego que se corrió el velo de esa noche descubrí alarmado que al igual que millones de mexicanos llevaba muchos meses dejando conducir mi estado de ánimo y hasta mi campo imaginario por las declaraciones de los políticos y por lo que los principales locutores de noticias de los medios electrónicos nacionales decidían que debíamos pensar, escuchar y saber. Pero además, mientras esos tipos construían por medio de la pantalla o las bocinas de la radio una falsa realidad, como en su momento publiqué y argumenté en este mismo medio, desde las tripas del proceso electoral yo presenciaba cómo el consejo general del IFE y buena parte de su burocracia cínicamente cargaba los dados para favorecer a quien luego el TRIFE confirmaría como presidente de la república.(Con la coartada de la preservación de las instituciones o de sus intereses personales la gran mayoría de los consejeros locales y distritales del país hasta hoy en día han guardado silencio y de plano ya evadieron cualquier asomo de autocrítica, sin embargo, los hechos posteriores han ido confirmando las trampas del discurso de las elecciones "impecables y ciudadanizadas", y que particularmente los integrantes del Consejo General no estuvieron a la altura del mandato que la sociedad les dio, por lo que más allá de sus estudios de opinión "a modo", es de esperar que sean removidos antes de las elecciones intermedias del 2009).

Frente a esa impune y deliberada intención de los televisos y tvaztecos (por mencionar a los más gangsters entre los gangsters) de envenenar el alma del país, de engañarnos, de dictarnos las emociones y convicciones diarias, concluí que era el momento de radicalizar el ejercicio de la voluntad personal, a fin de cuentas siempre he sabido que aún el poder más injusto y desmesurado siempre podrá ser derrotado por el ejercicio de la libertad individual. Fue así que me otorgué el derecho de apagarles la tele a los Dorigas, a los Alatorres, y felizmente llevo más de medio año sin escuchar esas voces, tampoco los dislates del señor Fox, de su señora, las bravuconerías del tal Espino, o las incongruencias de las tribus perredistas. La verdad a esta fecha confieso ignorar si la señora Gordillo ya se hizo otra cirugía, si Marcos volvió a hacerle gordo el engrudo a Loret de Mola, o qué esgrima verbal están ensayando en los medios electrónicos los hábiles y siniestros priistas. Pero nada de eso me ha hecho falta para seguir vivo y al tanto de los ruidos y pasos más profundos que alcanzo a entrever en el país.

Afortunadamente, y es también una bondad del tiempo, procesar durante muchos años información permite aprender a leer entre líneas la prensa escrita y ubicar unas cuantas voces que a uno le importan por honestas, documentadas y creíbles. Teniendo bien ubicada esa ruta personal de conocimiento de la realidad, estoy convencido que se puede prescindir de buena parte del show nacional y de tantos locutores y supuestos analistas arrogantes y faltos de compromiso profundo con la historia que colman los medios electrónicos y también muchos de los medios impresos.

Quizás otros dirán lo contrario con todo derecho, por mi parte, confieso mi gozo por haber decidido hace meses apagarle el televisor, la radio y cerrarle la página a esos tipos de alma sucia para mejor perseguir por la habitación las mariposas que escapan de las solapas de un libro, dejar que corra por enésima ocasión una película de Chaplin, o nomás asomarme a la ventana para decirle a la noche que cueste lo que cueste uno ya decidió no comprar el formato de los días ni las emociones enlatadas que se ofrecen en todas las tiendas del país; y también para recordarle, que cuando una persona decide ejercer su voluntad, nada ni nadie puede impedir que su mirada, su corazón y su pensamiento hagan de la libertad un río en busca de mar.

29.1.07

DE FILOS



Yo sólo sé que no sé nada, Adán.


*


De platónico a platánico sólo una letrita de por medio.

24.1.07

Y COMO SANTO TOMÁS:



Hasta no leer, no creer.
AVES DEL OFICIO


Cuando las cosas de la vida llegan, yo, a lo pájara pinta: sentada sobre un verde limón.

23.1.07

TIJUANA A(R)MADA



Rearman a los polis: Resorteras y canicas. Eso sí, puro Ojo de Gato.


*

PERO NADA IMPOSIBLE PARA:






Que pequeñito y cíclope no necesita canicas: Ha dejado de ser un penhéroe en pena.

22.1.07

BALBUCEO A TODO LO QUE DA






De los creadores de La Petit y de León Fist,
directamente desde Pedrones, Cuévano:



BALBUCEO

Proyecto independiente de alto plumaje.



Pásenle... pruébenle.

19.1.07

AJÚAAA, HOY, ALLÁ EN ESTE MOMENTO!!!


18 fotógrafos - 18 películas.
Inauguración de la exposición:

Viernes 19 de enero 2007 a las 20.30 h.,
en espacio COBERTURAPHOTO.

18 photographers - 18 movies.
Opening exhibition: 2007 January 19th. 20.30 h.,
at espacio COBERTURAPHOTO.





Antonio Pérez
2001 Una odisea del espacio, 1968. Stanley Kubrick
Luis Castilla
Belle de Jour, 1966. Luis Buñuel
Alberto Rojas Maza
La Dolce Vita, 1960
Valentín Luján
Cinema Paradiso, 1989. Guiseppe Tornatore
Rubén García Gómez
Desmontando a Harry, 1997. Woody Allen
Celia Ternero Candau
El Cartero, 1994. Michael Radford
Agustín Hurtado
Exils, 2004. Tony Gatlif
Rodrigo Gómez
La Batalla de Midway, 1942. John Ford
Antonio Iglesias
La bella y la bestia, 1946. Jean Cocteau
Claude Alexandre
La caída de los dioses, 1969. Luchino Visconti
Jorge Yeregui
La mirada de Ulyses, 1995. Theo Angelopoulos
Tato Olivas
La noche del cazador, 1955. Charles Laughton
Javier Medina
La viuda Alegre, 1934. Ernst Lubitsch
Damián González
Abierto hasta el amanecer, 1996. Robert Rodríguez
Fito Carreto
Los jueves, Milagro, 1957. Luis García Berlanga
Carmen Caballero Prado
Santa Sangre, 1989. Alejandro Jodorowsky
Miguel Romero
Subtítulos, 2007. Miguel Romero
Nicolás Haro
Vacas, 1992. Julio Medem

*

Cobertura Photo
C/ Narciso Campillo, 4
41001 Sevilla España
+ 34 954 502 846


NO SE LO PIERDAN!

18.1.07

DEL BLOG DE EVE GIL



Tres veces fronterizas o la futura necesidad de una enciclopedia de Bárbaras del Norte

Ponencia ofrecida en Tijuana en noviembre de 2006


...esta manera chocante de pronunciar la s, la ch y la j no significa ninguna extranjería...
Inés Arredondo

"La verdad o el presentimiento de la verdad"
autobiografía[1]

Ser mujer, ha dicho la feminista marroquí Fatema Mernissi en El harem de Occidente, es de por sí una condición fronteriza. De frontera respecto al varón: "(...) El amor entre un hombre y una mujer es, por fuerza, una mezcla peligrosa de culturas extrañas entre sí, aunque solo sea porque la diferencia sexual es en sí una frontera cósmica, un límite existencial (...)" En "sentido cósmico", siguiendo la interesante idea de Mernissi, las mexicanas de la frontera norte somos doblemente fronterizas? triplemente, si encima somos escritoras. Como ya he apuntado, la nuestra no es meramente una frontera geográfica, una línea divisoria entre nuestro país y el vecino: se trata sobre todo de la frontera virtual entre el tercer mundo y el Imperio, lo que necesariamente crea en los habitantes de uno y otro lado una especie de fricción esquizofrénica entre realidad y ficción: tan abismales diferencias terminan por hacer del vecino un "personaje", idealizado, odiado o temido.

Ante la supremacía masculina en los listados de "eso" que los críticos insisten en separar del resto de la producción literaria mexicana bajo la clasificación de "literatura de la frontera norte", no obstante que, como veremos a continuación es inabarcable el número de escritoras profesionales en estos lares, resultará curioso el dato de que esta, llamémosle, "corriente", haya sido iniciada una mujer: Josephina Niggli (1910-1983), madre invisible de todos nosotros, nunca citada, por cierto, en los sesudos estudios críticos consagrados a denostar y/o alabar a la literatura fronteriza. Su novela, Apártate, hermano[2] ha sido recientemente traducida del inglés por David Toscana. Entiéndase, Niggli no era una escritora chicana sino una escritora mexicana, nacida en Monterrey, Nuevo León, hija de padres norteamericanos, criada en el epicentro de la pugna de identidades, que eligió el inglés para comunicarse pero escribió casi exclusivamente sobre México, ambientando sus obras en Monterrey. Básicamente dramaturga, sus obras exploran a profundidad la identidad esquizofrénica del mexicano de la frontera, básicamente a través del mestizaje. Es autora de dos magníficas novelas que abordan la misma problemática: la antes citada y Mexican Village.

Es desde esta perspectiva, la de las clasificaciones arbitrarias que devienen estereotipos, que las escritoras de la frontera norte somos tres veces fronterizas, pues tanto nuestra visión del mundo como nuestros intereses temáticos y/o estéticos difieren notablemente de lo que, se cree, atañe en exclusiva a los escritores de la frontera norte. Y aún las autoras que sí escriben desde su perspectiva fronteriza resultan excéntricas en relación con sus, llamémosles, equivalentes masculinos. Aunque considero necesario hacer hincapié en que, contrario a lo que se ha manejado, entre los autores fronterizos varones también son excepcionales quienes centran su obra en la problemática regional, lo cual no repercute en la calidad de la literatura de quienes sí lo hacen. Entre estos últimos podríamos citar a Élmer Mendoza, Heriberto Yépez, Luis Humberto Crostwaite, Eduardo Antonio Parra, Juan José Rodríguez, Gabriel Trujillo, Leonidas Alfaro y César López Cuadras.[3]

Aunque la mayoría de las autoras de la frontera nos encontramos en los versos de la poeta Dana Gelinas donde las partículas de azufre se cuelan al interior de los libros[4], cada una ha asimilado en forma disímil la experiencia. Respecto a las escritoras de la frontera norte que han abordado concretamente a su región, citaríamos a Rosina Conde, Rosario San Miguel, Regina Swain y Estela Alicia López Lomas. El de Rosina es el caso emblemático de este análisis, no solo porque se trata de la única autora de la frontera que ha profundizado en la problemática fronteriza desde una perspectiva femenina, sino por su todavía no reconocida calidad de precursora. Fue, para empezar, el primer autor que desarrolló literariamente el tema del narcotráfico aunque, oh ironía, de la referida novela, Como cachora al sol, sólo se han publicado fragmentos en revistas literarias. A los mismos editores que han hecho su agosto subrayando el ingrediente del narco en las novelas de los autores más representativos de la frontera, dicho tema debe haberles resultado chocante abordado por una mujer que, naturalmente, no presenta la visión idealizada del asunto, sino la que dolorosamente repercute en nuestra cotidianidad. Como apunta Socorro Tabuenca en su ensayo Una perspectiva de género, tanto Rosina como Rosario Sanmiguel vieron circular sus primeros textos en cuadernillos y suplementos culturales de periódicos de la ciudad de México cinco o seis años antes del llamado boom de la literatura de la frontera norte, aunque nadie les reconozca su calidad de precursoras. En sus posteriores relatos, principalmente en la novela La Genara, Rosina continúa abordando la problemática fronteriza, concretamente la que atañe a las mujeres que, no es secreto, son las más afectadas por esta condición borderline pues no requieren transgredir la frontera para padecer toda suerte de humillaciones: las costureras, las obreras, las estudiantes de la secundaria federal, las lesbianas en el caso concreto de La Genara, las jóvenes profesionistas que continúan debatiéndose entre el "debe ser", tan imponente aún por esos lares (baste escuchar la forma en que los asesinos todavía encubiertos de Ciudad Juárez son justificados en aras de la dudosa moralidad de sus víctimas), y el legítimo anhelo de independencia. Aunque sin profundizar tanto como Rosina en el aspecto social, la chihuahuense Rosario San Miguel captura en Callejón Sucre y otros relatos (Eón, 2005) la esencia de su lugar de origen a través de una especie de violencia poética que pone en relieve la sutil pero latente discriminación hacia las mujeres, en todos los ámbitos. La denuncia social, pues, se entrevera en el discurso intimista de la mayoría de sus relatos. Swain, originaria de Monterrey, Nuevo León pero radicada en Ensenada, Baja California, es la narradora emblemática de lo que Canclini denominó ?laboratorio de posmodernidad?. Ningún otro narrador de aquella región ha retratado esta frontera un paso más allá de la realidad, sometida a un perpetuo forcejeo cultural que la coloca entre la espada de una posmodernidad casi apocalíptica y la pared de un letargo extático, de un tiempo detenido o desvanecido. El desparpajo con que Regina incursiona en un género literario tan santificado como el ensayo y la conmovedora franqueza con que se expresa en los mismos, vinculable a la de los relatos que conforman el libro La señorita Supermán y otras danzas (CONACULTA, Instituto de Cultura de Baja California, Fondo Editorial de Baja California, 2001), premio Gilberto Owen 1992, ejemplifican esta actitud experimental y rompedora de quienes lidian día a día con la identidad dividida: "(...) Escribir es, a mi juicio, otra forma de hablar, hablar en tinta y papel, y yo hablo así desde niña (...) Finalmente, si escribir es otra forma de hablar, la literatura debe ser la forma más larga de las conversaciones." (Ensayos de juguete, CONACULTA, Instituto de Cultura de Baja California, Fondo Editorial de Baja California, 1999, p.p 19-22). Regina se ha retirado definitivamente del quehacer literario, por lo menos eso asegura ella. Cabe la esperanza de que cambie de opinión algún día.

Estela Alicia López Lomas, "Esalí", recrea una frontera simbólica, más aún, simbiótica respecto a su voz narrativa que es la voz de la tierra y, por ende, polifónica. Resalta, sin embargo, los aspectos míticos que arraigan a esta región con México no obstante la tentadora proximidad del american dream, con especial énfasis en su novela Terramara (Editorial Vandalay, Culiacán, Sinaloa, 2004). El hecho de haber nacido en Jalisco, aunque radicada en Tijuana desde niña, crea esa maravillosa ambivalencia que nos vuelve conscientes de hasta qué punto los habitantes de la frontera norte defienden su alma contra el diablo: "La identidad individual. La identidad de lo múltiple. La multiplicidad de lo uno. Todos los mexicanos, ¿un mexicano? ¿Cuál? ¿De cuándo? ¿De dónde?".[5] En el sentido de recrear una mitología regional afín a los símbolos de mexicanidad, emparentaría a López Lomas con la sonorense María Antonieta Mendivil (Hermosillo, 1972), quien a través de su primera novela, Otros tiempos (Equilibrio editores, Palabra de Mujer, Sonora, 1999), nos brinda una visión completamente personal del desierto de Sonora, volviéndolo epicentro de una trama apocalíptica donde el lenguaje está en vías de ser proscrito y ha generado un tabú. El lenguaje como arma; la expresión lingüística como amenaza tangible para un régimen que se ha apropiado de ese inmenso mundo desértico del que la poesía no podrá ser desterrada por completo pues no existe otra manera de explicar el desierto mismo: "La palabra así viaja como una espada con vestido de manjar, y se le abren fácilmente las puertas del apetito; dentro, desenvaina, y abre con su filo el telón de la conciencia. Una vez abierta, ésta ya no puede ser la misma." (p. 21) María Antonieta recién ha publicado una novela en la editorial Almuzarah de Sevilla, España: Duelo de noche.

Autora de dos libros de cuentos, Gente menuda y No son gente como uno (ISC, 2003) la sonorense Sylvia Aguilar Zéleny (Hermosillo, 1972), si bien no aborda la problemática regional en su narrativa, no en sentido estricto, narra desde una perspectiva fronteriza, casi siempre femenina, y no escatima el empleo de términos coloquiales y regionales. Su literatura de talante anecdótico y nostálgico, se ha centrado en el ámbito infantil y juvenil y muestra el proceso de maduración de niños criados en el rigor del forcejeo cultural, debatiéndose entre el "acá" y el "allá", lo que necesariamente incendia su imaginación tanto como sus ambiciones. Se advierte también una crítica con respecto a los vecinos, particularmente en el segundo título, crítica elaborada asimismo desde el discurso coloquial y la engañosa inocencia de sus narradores y narradoras.

Zonia Sotomayor Petterson (Hermosillo, 1954) es, en cuanto a temperamento literario, la más sonorense de las escritoras sonorenses. Su primera novela publicada, Los de Moisés (Plaza & Valdés, 2005), hilvana una zaga que me remite instantáneamente a Sonora, donde las familias son muy cuidadosas respecto a conservar las anécdotas de los antepasados a través de la oralidad pero también de testimonios físicos e icónicos, aspecto también observable en la narrativa de Aguilar Zéleny. Los De Moisés es una familia esencialmente trágica, signada por una especie de maldición que está en el aire, que no se explica ni tiene origen específico. Simplemente está ahí y desune físicamente a la familia aunque manteniéndola unida a través de la oralidad. Y si bien alude al destino y a la magia, el tono es arrebatado y pasional y la trama rebosa carnalidad hasta alcanzar la cima de la escatología a través de la innombrada enfermedad que ataca a Héctor María, uno de los protagonistas, y lo carcome hasta dejarlo convertido en un guiñapo sanguinolento. Zonia es autora de otra novela, legendaria no obstante permanecer inédita, Toda la oscuridad del universo, objeto incluso del análisis de Socorro Tabuenca, especialista en literatura de la frontera norte escrita por mujeres quien hace hincapié en la ausencia de la temática lésbica en la literatura de la frontera norte, salvo la novela citada y los relatos "Sonatina" de Rosina Conde y "La otra habitación" de Rosario Sanmiguel.[6]

La narrativa de las autoras fronterizas que analizaremos a continuación no se define por una ubicación geo-política en particular, es decir, no encajan ni estética ni formalmente en un modelo de literatura de la frontera norte, en sentido estricto, no obstante la afinidad ideológica, vivencial y experimental que existe entre estas y las autoras del grupo anterior. En primer lugar citaría a la tamaulipeca Cristina Rivera Garza (Tampico, 1964), la más representativa de la nueva literatura de la frontera norte, único nombre femenino que nunca falta en alguno de esos recuentos arbitrarios. Ganadora en 1999 del premio nacional de novela José Rubén Romero con Nadie me verá llorar, la más representativa de sus novelas y, para algunos, la mejor hasta ahora, Cristina pertenece a ese grupo de escritores "raros", entre los que destacaría también a Sergio Pitol, Carlos Monsiváis o David Toscana, creados no por la mercadotecnia ni por las mafias culturales, sino por los propios lectores, fenómeno que afortunadamente continúa observándose en el panorama nacional no obstante la tan cacareada escasez de lectores. Las novelas y relatos de Cristina transcurren en ámbitos cerrados y atmósferas enrarecidas y, salvo el caso de Nadie me verá llorar, novela de trasfondo histórico desarrollada en el México postrevolucionario de principios del siglo XX, en la ciudad de México para ser exactos, no se alude a una ubicación geográfica en particular. En La cresta de Ilión, por ejemplo, la trama se desarrolla como un sueño: la llegada de una misteriosa mujer a un lugar que pareciera ser hospital pero en realidad es un refugio para moribundos, y que, averiguaremos más tarde, se trata de un homenaje a la no suficientemente valorada escritora mexicana Amparo Dávila, cuya lectura retomamos a través de esta sutil invitación que nos hace Cristina. En Lo anterior se menciona el desierto, y es acaso la única de las tres novelas que pudiera remontarnos a la frontera norte, no tanto por el escenario desértico sino por las referencias a la personalidad de los personajes de esta extraordinaria aunque muy incomprendida novela, no de amor sino sobre el amor.

Nacida en Tamaulipas en 1962 pero radicada desde la infancia en Monterrey, Patricia Laurent Kullick es acaso quien enarbola el discurso más trasgresor de este grupo. En el caso de Patricia no es tanto que la ubicación geográfica sea o no identificable, lo es en varios de sus relatos. Sencillamente no se trata de un dato trascendental para la comprensión de la trama: la narración absorbe completamente los sentidos del lector, como sería el caso de la novela El camino de Santiago (Era, 2004) donde se lleva a cabo una suerte de diálogo esquizofrénico sostenido entre Mina y Santiago, los personajes que habitan a la protagonista que no encuentra su lugar en el mundo y pretende encontrarse a través de los objetos y de los hombres.

Cristina Rascón (Cajeme, 1977) es una joven escritora sonorense cuya principal obsesión es la cultura nipona y esto se refleja no solo en la temática de sus relatos sino sobre todo en la intención revolucionaria y trascendente de los mismos. Su primer libro de relatos, El agua está fría (ISC, 2006), atrapa en forma asombrosa la esencia de la espiritualidad de oriente y la fusiona con la aspereza del desierto sonorense, combinación que parece arriesgada, casi imposible, y sin embargo resulta en una especie de género alternativo que bien podría ser aquel libro de almohada al que hacía mención Sei Shonagon, autora japonesa del siglo X que protagoniza el asombroso relato que abre el citado libro, donde Shonagon no solamente se enfrenta a su legendaria rival, Murasaki Shikibu, autora de la considera la primera novela formal de la historia, Historia de Genji, así como a las demás calígrafas que se disputan el favor de la emperatriz, sino también a una esclava que posee un peculiar talento en caligrafía y composición casi equiparable con el suyo. Los relatos de Cristina pudieran considerarse, asimismo, un extenso haikú de frases cortas, contundentes, poéticas.

Liliana Blum, nacida en Durango en 1974 y radicada desde bebé en Tampico, Tamaulipas, pareciera más tradicional pues sus relatos poseen un enfoque eminentemente feminista, sin embargo es justo por esto que resulta transgresora: retomar el feminismo, insertarlo en esta época aparentemente post-feminista y hacernos ver que hoy, más que nunca, necesitamos afianzarnos a la lucha emanicpatoria pues vivimos algo peor que el pre feminismo, es decir, la ilusión de estar liberadas. El relato La maldición de Eva (tragedia en siete actos), incluido en el libro del mismo nombre (Voces de Barlovento, Tampico, 2002), retrata hasta qué punto la maternidad puede representar la peor pesadilla de una mujer y, al mismo tiempo, su salvación, su inspiración para romper cadenas. Lo que transforma en pesadilla esta experiencia son las condiciones externas, es decir, las taras y prejuicios en torno a la maternidad, bendita y maldita a un tiempo. Aquí es donde surge otra clase de diálogo esquizofrénico de la madre con una sociedad indefinida e incongruente. Liliana es acaso la única escritora de su generación que ha retomado los intereses literarios de Rosario Castellanos desde una posición inquietantemente contemporánea. En ese sentido la siento muy afín con la poeta tijuanense Amaranta Caballero, aunque Amaranta, pese a su juventud, retoma la problemática del ser mujer con firmeza equiparable a la de autoras de los años sesenta o setenta, más con pasión que con rabia: "Cuando se habla de las mujeres/ generalmente se olvidan/ sus significados principales./ Cuando hablan las Mujeres/ el olvido enmudece." (Tres tristes tigras, "Entre las líneas de las manos", CONACULTA, CECUT, 2004).

Considero pertinente incluir a una joven sinaloense que no ha publicado formalmente sus relatos, es decir, no a manera de libro, pero sí en múltiples revistas literarias, y la pertinencia de citarla se debe a dos razones, la principal, su calidad literaria, la segunda por sentido del equilibrio ya que se trata de la única narradora sinaloense que se ajusta al perfil aquí analizado: Elena Méndez (Culiacán, 1981), narradora muy lúdica que gusta de jugar con el lenguaje y la intertextualidad. La ironía dolorosa de sus relatos breves, así como la glamurarización de personajes delictivos femeninos, las "narcas", representa el aspecto más distintivo de su prosa. Y si bien resulta evidente su influencia con otros autores sinaloenses como Juan José Rodríguez y Élmer Mendoza (este incluso aparece como personaje de su delirante relato "Una clase de literatura"), Elena ha sabido digerir muy bien tales influencias y aportar un producto sumamente original e interesante. Sus textos, además, denotan tanta reverencia hacia la literatura como necesidad de no tomársela en serio: "Obsesión, obsesionada con el sexo, alega que Emma debería haber puesto a Charles a leer el Kama Sutra pero, en vez de eso, cayó en la tentación de que tanto su clítoris como su punto G fuesen descubiertos y estimulados por sus amantes (uno por uno, se entiende)."

Como juez y parte de esta corriente literaria, me permito intercalar un comentario respecto a mi propia obra y mi muy personal sentir respecto a la influencia de la frontera norte en ella: ya en un texto previo escribí sobre cómo y en qué condiciones se desarrolló en mí la vocación literaria; nacida en Hermosillo, Sonora, de madre sinaloense, para mayores señas, oriunda de Navolato, mi Macondo norteño, y de padre zacatecano educado en Zurich; les hablaba también de la chiquilla que bebía coca con mucho hielo ante un ventilador, en la habitación de una casa enclavada en pleno desierto y con Charlotte Brontë, Jane Austen y Virginia Wolf como autoras gurús. La combinación de esto con la circunstancia de que por el trabajo de mi padre tuve que cursar mis estudios primarios y secundarios en la ciudad de México, volando a mi natal Hermosillo a la menor oportunidad, pudiera explicar que mi narrativa es fronteriza solo en temperamento, así como que mis personajes suelen ser locos o cuerdos en territorio de locos, o extranjeros atrapados irremediablemente en culturas hostiles, o colonizadores de paraísos artificiales. Fui, pues, una niña cuya educación fluctuaba entre la rigidez de un colegio supuestamente inglés donde rendíamos honores a dos banderas y las vacaciones con una abuela que desplumaba gallinas, y las truculentas historias susurradas entre mis tías sobre mi prima Julie, casada con un narco. ¿Qué mayor esquizofrenia que esa? Naturalmente me identifico con las autoras del segundo grupo. Entiendo lo que quiere decir Inés Arredondo al hablar de lo profundamente que la impactó su pueblo natal, Eldorado, en la construcción de su corpus narrativo. A mí Hermosillo también me influyó en el sentido de que mis novelas son como una pequeña y aséptica ciudad llena de calor y gozo donde te topas con tu mejor amigo de la infancia y te desvías sin pensarlo dos veces e tu camino original, porque la ocasión lo amerita y nada te apura. Mi literatura es tan fluctuante como mi acento exótico. Estoy completamente de acuerdo con Luisa Valenzuela cuando dice, borgeanamente: "Escribir ficción es una búsqueda de tácitos secretos que nos irán acercando al calor del invalorable e inalcanzable Secreto."[7]

Este ensayo aborda exclusivamente a las narradoras porque sería demasiado extenso abarcar todos los géneros, sin embargo me permitiré algunas menciones que considero importantes, y aún así estoy segura de que me quedaré corta: las notabilísimas dramaturgas Bárbara Colio (1969) y Glafira Rocha, bajacaliforniana y sinaloense respectivamente, y las espléndidas poetas Enriqueta Ochoa de Coahuila, así como Carmen Alardín y Minerva Margarita Villarreal de Nuevo León; Laura Delia Quintero de Sonora, Elizabeth Cazessus de Baja California y Dana Gelinas, de Coahuila, , y la muy joven, también regia, Ofelia Pérez Sepúlveda. Me permito mencionar asimismo y por homenaje a la imponente chihuahuense Aurora Reyes, que hace años no está entre nosotros.


NOTA AL MARGEN: DISCULPA DE ÚLTIMA HORA

Cuando emprendí la labor de reunir en apenas unas cuantas cuartillas a las que consideré las escritoras más representativas de la frontera norte, no se me ocurrió que dejaría fuera a algunas que merecen figurar y es que el número de magníficas escritoras de la frontera norte, quizá debido a que la mayoría han publicado en editoriales locales, es, créanme, inabarcable. Es por ello que solicito disculpas por la ausencia de dos excelentes ejemplares que descubrí demasiado tarde, cuando ya esta conferencia estaba por leerse públicamente: María de Alva, originaria de Monterrey y finalista del certamen internacional de novela Fernando de Lara, y Estela Davis, bacaliforniana, nacida en La Paz, sobre cuya pródiga obra me alertó la doctora Martha Piña, con quien compartí tribuna en aquella ocasión. Me hubiera encantado analizar también a otra interesantísima autora que publicó su primer libro de cuentos después de rendida mi conferencia: Mayra Luna.
Considero menester, asimismo, mencionar Ocho ensayos sobre narrativa femenina de Nuevo León, de la autoría de Hugo Valdés (Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Nuevo León, 2006), de los más representativos narradores de la frontera norte, analiza en forma muy inteligente la literatura de sus muy poco atendidas colegas mujeres entre las que se cuentan Josephina Niggli y Patricia Laurent Kullick. Agrega, sin embargo, a otras autoras no citadas por mí pero cuya obra parece sumamente valiosa e interesante: Adriana García Roel, Irma Sabina Sepúlveda, Rosaura Barahona, Cris Villarreal Santos, Dulce María González y Gabriela Riveros, publicadas a nivel local? aunque ya sabemos que lo publicado en las grandes editoriales no necesariamente es lo mejor.

Como verán, el tema daba para un libro más que para una conferencia? y al cabo de unos años hará falta una enciclopedia de escritoras de la frontera norte.

[1] Inés Arredondo, Obras completas, Siglo veintiuno Editores, 4a edición, 2002
[2] Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Nuevo León, serie Árido Reino, 2003
V Y aún estos autores abandonan ocasionalmente su entorno para explorar otras posibilidades, caso concreto de Mendoza, Rodríguez y Trujillo, autor este último de un volumen completo de cuentos de ciencia ficción.
[4] Altos hornos, editorial Praxis, 2006.
[5] Terramara, p. 13
[6] Mecerse entre fronteras. La literatura de mujeres fronterizas, mexicanas y chicanas?, Revista Quimera, No. 258, junio 205, Barcelona, España.
[7] Escritura y secreto, Cuadernos de la Cátedra Alfonso reyes del Tecnológico de Monterrey, Tec de Monterrey, Ariel, México, 2002, p.p 18 y 19)

17.1.07

SORTIE DE SECOURS DE ELO VEGA









SORTIE DE SECOURS


En una excelente edición creada por Le Studio T, Elo Vega presenta su recuento de viaje: Puebla, la Ciudad de México, Tijuana.

Más que fotografías: latidos y tambores a todo color.


Algunos textos míos acompañan este viaje!


Para comprar el libro escríbele a: tripitool@yahoo.es

SORTIE DE SECOURS
Fotos|Photos Elo VEGA
Ed. Le Studio T
ISBN 2-9520932-1-0
Brest 2006, France
13X18 cm - 80 p.

16.1.07

CASI PIRATA


Nunca como antes la cumbia. Todo en medio del rock. Nunca lo hubiera imaginado: Un hombre con pata de palo. Bailamos juntos. Bailaba bien.

15.1.07

CAÍ: FAN DE CAIFANES.





Saúl Hernández (n. Ciudad de México, 15 de enero de 1964)




LOS DIOSES OCULTOS


Por qué no puedo andar a gatas,
como lo hacen los locos.

Por qué no puedo aullarlo todo,
como lo hacen los lobos.

Por qué no puedo resignarme,
y aguantarme hasta la risa.

Por qué uno quiere lanzarse
desde lo alto,
y al bajar buscar olvido.

Serán los dioses ocultos,
o seras tú

Será una decisión mortal

Por qué no puedo
desgarrarme la piel,
hasta lograr un vacío.

Por qué uno se retuerce entre
rincones,
mirando al cielo en busca de alguien.

*

AMÁRRATE A UNA ESCOBA Y VUELA LEJOS

Aunque no te importe nada
la vida de un delfín
nadarás a fin de siglo
en tu pecera.

Si no sabes si eres rata
o una masa amorfa más,
sólo basta darle un beso al espejo.

Si no quieres entender
que invernando estan las brujas,
amárrate a una escoba y vuela lejos,
lejos.

Lejos,
Muy lejos,
aunque no puedas.
aunque te duela.

*

PERDÍ MI OJO DE VENADO

Perdí mi ojo de venado, nadie me va a proteger;
vuelo mi cuerpo entre tinieblas.

Doña Macabra viene a ver,
por las noches me platica de la magia de la soledad,
me congelan las orejas, creo que me quieren llevar.

Házme una limpia por favor, amor,
despójame de todo mal carnal,
quema mi ramo por favor, amor,
antes que yo te queme a ti, a ti.

Perdí mi ojo de venado, soy un ser de obscuridad;
perdí mi vida en un rosario, entre milagros de la tos;
por las noches me visitan, me hacen señas con la piel;
me congelan las orejas, creo que me quieren llevar.

Házme una limpia por favor, amor,
despójame de todo mal carnal,
quema mi ramo por favor, amor,
antes que yo te queme a ti, a ti.

Házme una limpia por favor, amor,
despójame de todo mal carnal,
quema mi ramo por favor, amor,
antes que yo te queme a ti, a ti.

Házme una limpia por favor, amor,
despójame de todo mal carnal,
quema mi ramo por favor, amor,
antes que yo te queme a ti, a ti.

*

NO DEJES QUE

Cuando veo a través del vaso,
veo a traves del tiempo;
donde los sentidos se dislocan,
donde los temores se evaporan.

Y aprovecho para desdoblarme,
para salir del vaso;
con las paredes sudo tu rastro,
con la memoria busco tu rostro.

Y no sé por qué.
No me importa saber por qué.

No dejes que
nos coma el diablo, amor,
que se trague tu calor,
que eructe mi dolor.
No dejes que
nos coma el diablo, amor,
que se trague tu calor,
que eructe mi dolor.

Cuando veo a través del humo,
me voy volando y tu eres mi guía;
Entre los mundos nos haremos viejos,
donde algun día estaremos tranquilos.

Y no sé por qué
No me importa saber por qué

No dejes que
nos coma el diablo, amor,
que se trague tu calor,
que eructe mi dolor.

No dejes que
nos coma el diablo, amor,
que se trague tu calor,
que eructe mi dolor.


*

LA LLORONA


Desde el fondo de la tierra,
fantasmas humanos se buscan.
Algunos olvidan frío,
otros nunca se encuentran.
Hacen temblar la vida;
tiemblan sueños, tiembla amor.

­Ay!, no quiero amarte, Llorona.
­Ay!, no quiero llorar contigo.
­Ay!, déjame ver tu piel.
­Ay!, déjame ser tu piel.
Déjame ayudarte,
Na'mas dime como,
y así será...

Desde el fondo de la tierra,
mas allá de la existencia,
flotan almas solas
todas crucificadas.
Hombres y mujeres lloran
por un amor
que nunca tuvieron.

­Ay!, no quiero amarte, Llorona
­Ay!, no quiero llorar contigo
­Ay!, déjame ver tu piel.
­Ay!, déjame ser tu piel.
Déjame ayudarte,
Na'mas dime como,
y así será...
Y así será...
FOFÓ FOREVER

León Fist



Y de los creadores de La Petite, todos van al buceo.



Epílogo:

Por eso amo a Fofó.

12.1.07

APENINO




El deseo tuerce la flecha.

Realizado por Darío Peña.

En "Bumerán, bumerán"

Rock de Lux
Cerca de Family, Parade o según qué Trembling Blue Stars, Bumerán, humerán es la obra de un hombre que no acepta la textura de la realidad y esculpe sus canciones con lo imaginario. Al igual que en el seno de Dar Ful Ful, el santiagués Marco A. Maril se muestra como un artista en lucha constante contra el mundanal ruido en este disco de electrónica pop masajeante y cálida, grandes espacios y sutilezas y corporeidad etérea (ojo a los coros de Carmen Humanoid, sobre todo en la increíble Cielo) que muestra una adhesión al esencialismo que ni el álbum en solitario de Mark Hollis. Contra esa atmósfera de ciencia-ficción, Maril, una de las mejores voces del panorama pop nacional, habla con palabras nuevas sobre pesares viejos, algunos motivos que pueden mover a un hombre a cambiar de galaxia: el dolor inherente al autoengaño (Pablo miente) y a la timidez emocional (Moonriver y yo), la flaqueza de la voluntad (El deseo tuerce la flecha, de bailar con lágrimas en los ojos), el desconcierto (Nada especial), la nostalgia (Lejos de ti) siempre ahí la nostalgia, tocando, hundiendo, dejando sin aire. O casi siempre, porque también reserva Apenino algún hueco para el presente y entrega con El aire de nuestra galaxia, glorificación de la pareja, una de las declaraciones de amor más emotivas nunca oídas en una canción. El amor aún es remedio.

Juan Manuel Freire




-Apenino en el Fun Club de Sevilla-

El sábado 24 de febrero de 2007, a las 22:00 horas, Apenino actuará en el Fun Club de Sevilla con sus amigos, y compañeros de sello, Montevideo. Una buena oportunidad para escuchar como suenan sus nuevas canciones.

On Saturday 24th of February 2007, starting at 22:00 p.m, Apenino will play a concert at the Fun Club in Sevilla with Montevideo, their friends and colleages of record label . A good chance to listen his new songs.


Por esto y más, gracias a:

11.1.07

GORJEOS Y CALANDRIAS


Caminé el estrecho pasaje junto a la presa de San Renovato. Guanajuato guarda aún algunos caprichos entre todas sus conspiraciones. Entre aves cantoras y burbujas provenientes del pequeño lodazal donde no creo existan peces, recordé el serpentario:

Éramos niños mis hermanos y yo, cuando en tiempo de lluvias mi madre nos llevaba a chapotear entre los pequeños charcos que se formaban por la cañada que desemboca a la mítica presa: Ahogadero.

Atrás de las entonces gigantes rocas, las aguas deslizaban la fragante mañana. Gorjeos y calandrias. Una vez, chapoteando con la alegría de los primeros años, tuvimos que saltar mi madre, mis hermanos y yo. Salir del chapoteadero. Al grito de Un nido de culebraaaas la fragante y gorjeosa mañana se convirtió en algo ajeno. Terror. Y yo, nunca jamás desde entonces, tan Medusa.

10.1.07

SÍ A SILVIO!



Emilia


Emilia, tus ruinas
las leí con buena voz,
tienen puertas como tú.
Qué ridículas mis cartas,
qué ridículas las sombras de mis sueños.
Qué bien te recuerdo llorando.

Emilia, has ido
junto con cada canción,
escondida en un baúl
como un signo inevitable,
y hay anécdotas tirándome del ceño.
Qué bien te recuerdo llorando.

Qué dirá tu instinto
cuando sienta esta canción
y qué dirás tú, que te acercas
a la máxima distancia entre nosotros.
Quién conoce que un soldado
moribundo te cantaba,
que hubo olores de una selva,
que había cisnes, que llovía.

Vallejo así nos descubrió,
Byron estaba en su lugar.
Todo pasaba con nosotros.

Emilia, que horriblemente
hermoso era aquel tiempo.

Emilia, ¿qué pasa?
¿Cuál resaca nos llevó
al silencio, a recordar?
Algún viento nos ha dado
y en sus puntas discutimos con la muerte.
Que no te sorprenda llorando,
Emilia.

[Que no te convenza llorando,
Emilia.]

(1969)


*

Escaramujo


¿Por qué la tierra es mi casa?
¿Por qué la noche es oscura?
¿Por qué la luna es blancura
que engorda como adelgaza?
¿Por qué una estrella se enlaza
con otra, como un dibujo?
Y ¿por qué el escaramujo
es de la rosa y el mar?
Yo vivo de preguntar:
saber no puede ser lujo.

El agua hirviente en puchero
suelta un ánima que sube
a disolverse en la nube
que luego será aguacero.
Niño soy tan preguntero,
tan comilón del acervo,
que marchito si le pierdo
una contesta a mi pecho.
Si saber no es un derecho,
seguro será un izquierdo.

Yo vine para preguntar
flor y reflujo.
Soy de la rosa y de la mar,
como el escaramujo.

Soy aria, endecha, tonada,
soy Mahoma, soy Lao-Tsé,
soy Jesucristo y Yahvé,
soy la serpiente emplumada,
soy la pupila asombrada
que descubre como apunta,
soy todo lo que se junta
para vivir y soñar:
soy el destino del mar:
soy un niño que pregunta.


*


En mi calle



En mi calle hay una acera gris
donde se pegan las miradas
del que mira adonde va.

En mi calle hay un banco que es
tan largo y blanco como el mármol
donde iremos a parar.

Yo no sé por qué son tan blancas
las altas ventanas que miran al cielo.
En mi calle el mundo no habla
la gente se mira y se pasa con miedo.

Si yo no viviera en la ciudad
quizás vería el árbol sucio
donde iba yo a jugar.

En mi calle de silencio está
y va pasando por mi lado
es un recuerdo desigual.

Yo no sé por qué estoy mirando
por qué estoy amando,
por qué estoy viviendo

Yo no sé por qué estoy llorando
por qué estoy cantando,
por qué estoy muriendo


(1967)

*


El tren blindado



En la ciudad que posee la isla en el centro
hay un tren descarrilado (museo nacional)
que los amantes fecundan con sabia del cuerpo.
¡Viva ese hierro vencido por la claridad!
¡Viva ese lecho de amor!

Gentes que merecen el amor
pagarán, pagarán por todo
porque el que merece suele ser
el que suele tener deber.
Bienaventurado ha de ser
el que siembra para los otros,
el que en la semilla dejará
un girón de su propio ser.

El tren blindado florece su estampa de hierro
desde que aquella guerrilla le molió la sien
descarrilado por un manotazo del pueblo
para que un hombre se viera con una mujer.
¡Viva ese lecho de amor!

(1971)


*


Del sueño a la poesía


Un mundo de contrahechos
se esparce en la cartulina,
bordado con punta fina
como los pelos del pecho.
País en que los deshechos
son amados todavía,
es la comarca sombría
donde la luz se perdona,
porque allí van las personas
del sueño a la poesía.

En un sofá diminuto
posa minúscula gente.
Unos sonríen al lente,
otros cuentan los minutos.
Bichejos de rostro enjuto
se asoman a celosías
y carroñeras arpías
prestan garras al retablo,
mientras hace redonda el diablo
del sueño a la poesía.

Un pavorreal se pasea
por un desván en penumbras
y a su paso, que deslumbra,
la oscuridad se voltea.
¿Qué transformó pluma en tea
de apariciones umbrías?
¿Qué pasión, qué melodía
tocó el corazón humano
para conducir la mano
del sueño a la poesía?


*


El hombre de Maisinicú


(Esta canción fue el tema de la película homónima de Manuel Pérez y Víctor Casaus que cuenta la historia de Alberto Delgado Delgado, agente del MININT (Ministerio del Interior), quien se infiltró en las filas de los bandidos alzados del Escambray, llevando así varios cabecillas contrarrevolucionarios a la justicia. Tras descubrirse su doble papel fue asesinado el 29 de abril de 1964 en la finca Maisinicú, Trinidad.)


El hombre llena una copa ancha,
aunque no cabe el peso de su extraña gracia,
y brinda por la muerte de su abril.
Después se sube a un sitio inexpugnable
y canta un canto que suena agradable,
mientras por dentro vuelve a maldecir.

El hombre niega de su rica tierra,
es su propio enemigo en esta nueva guerra:
el hombre vio su rostro sucumbir.
Que se abra bien la casa de la historia,
que se revise el trono de la gloria
porque un hombre sin rostro va a morir.

¡Oh, qué sensación,
no tener rostro y contemplar el mundo
con ojos tan profundos
como con ojos de guardián del sol!

¡Oh, qué sensación,
no tener rostro al enfrentar la muerte,
correr la doble suerte
de rastreadores y de perseguidos,
teniendo tanto de estrella, escondido!

Cuánto millón de rostros no tendrá
el que nos regaló la claridad.


(1971)


*

Entre el espanto y la ternura


Entre le espanto y la ternura
transcurre todo.
Un hombre sabio con la moldura,
la mano, el codo.

Entre el espanto y la ternura
crece la hiedra.
En sano juicio con la locura,
la flor, la piedra.

Entre el espanto y la ternura
la vida canta.
Una tonada clara y oscura,
profana y santa.

Entre el espanto y la ternura
corre la suerte,
con el abajo y con la altura,
con vida y muerte,
con vida y muerte.

Entre el espanto y la ternura
ayer y hoy día.
Manzanas verdes y las maduras
hay todavía, hay todavía,
hay todavía.

Entre el espanto y la ternura
hora temprana,
trabaja el hombre
entre locura
para mañana, para mañana.


*


Eva


Eva no quiere ser para Adán
la paridora pagada con pan.
Eva prefiere también parir,
pero después escoger donde ir.
Por eso adquiere un semental
y le da uso sin dudas normal.
Eva cambio la señal.

Eva sale a cazar en celo
Eva sale a buscar semillas
Eva sale y remonta vuelo
Eva deja de ser costilla

Eva no intenta vestir de tul,
Eva no cree en un príncipe azul.
Eva no inventa falso papel
el fruto es suyo con padre o sin él.
Eva se enfrenta al que dirán
firme al timón como buen capitán
y encoge hombros Adán.


*


Amigo mayor


Amigo pude ser quien bien repara
en la musa o engendro que yo aporte.
Amigo, sí, es también quien me soporte,
pero amigo mayor es quien me ampara.

No me cures, hermano, de delirio,
de aullido, desmesura o arrebato.
Déjame arder en el amor ingrato
o en la inefable luz de otro martirio.

Pero cuando haga daño, aunque inocente,
corre hacia mi blandiendo el pecho abierto
y descorre las nubes de mi mente
sé amigo manantial en mi desierto;
que yo sabré recompensar tu acierto
con mayor amistad para la gente.


*


El necio


(Es una canción de marketing, de precios. Y para que nadie se imagine que soy santo, voy a poner el mío (por ahora): El levantamiento del bloqueo a Cuba y la entrega incondicional del territorio Cubano que E.E.U.U. usa como base naval en Guantánamo.)


Para no hacer de mi icono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme un lugar en su Parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares.
me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
mi vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.

Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.

Yo quiero seguir jugando a lo perdido,
yo quiero ser a la zurda más que diestro,
yo quiero hacer un congreso del unido,
yo quiero rezar a fondo un hijonuestro.
Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece,
más yo seguiré soñando travesuras
(acaso multiplicar panes y peces).

Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la Revolución se venga abajo,
que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.


*


Desnuda y con sombrilla


Tú sentada en una silla
yo de pie con expresión de lord
tu desnuda y con sombrilla
yo vestido pero con calor.

Tú con uñas y con dientes
mirándome de frente
con brillo de matar.
Yo retrocediendo un poco
llenándome de un loco
deseo de sangrar.

Tú besando tus rodillas
yo discreto pero sin rubor
tú creando maravillas
yo soñándome esquimal sin sol.

Tú con un ritmo tan lento
buscando un alimento
frotado con alcohol.
Yo de pronto ensimismado
mirándote alelado
colmada de licor.

Tú ardiente y sin capilla
yo quitándome el sombrero alón
tú dispuesta la vajilla
yo al filo de mi pantalón.

Yo a punto del delirio
extraigo un solo cirio
que poso ante tu flor.
Tú susurrando un misterio
de un no sé qué venéreo
me das un protector.


*

De la ausencia y de ti, Velia



Ahora sólo me queda buscarme de amante
la respiración.
No mirar a los mapas, seguir en mí mismo,
no andar ciertas calles,
olvidar que fue mío una vez cierto libro.
O hacer la canción.
Y decirte que todo esta igual:
la ciudad, los amigos y el mar,
esperando por ti,
esperando por ti.

Sigo yendo a Teté semana por semana
¿te acuerdas de allá?
Hoy hablo de fusiles despidiendo muertos.
Yo sé que ella me ama,
es por eso tal vez que te siento en su sala,
aunque ahora no estás.
Y se siente en la conversación,
o será que tengo la impresión,
de la ausencia y de ti,
de la ausencia y de ti.

No quisiera un fracaso en el sabio delito
que es recordar.
Ni en el inevitable defecto que es
la nostalgia de cosas pequeñas y tontas
como en el tumulto pisarte los pies.
Y reír y reír y reír,
madrugadas sin ir a dormir,
sí, es distinto sin ti.
Muy distinto sin ti.

Las ideas son balas hoy día y no puedo
usar flores por ti.
Hoy quisiera ser viejo y muy sabio y poderte decir
lo que aquí no he podido decirte,
hablar como un árbol
con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado del mar,
como un muerto que aprende a besar,
para ti, para ti,
para ti, para ti.

(1969)


*


Tu fantasma


Me decido a tararearte
todo lo que se te extraña
desde el siglo en que partiste
hasta el largo día de hoy.
Me acompaño de guitarra
porque yo no sé de cartas
y además ya tú conoces
que ella va donde yo voy.

Lo único que me consuela
es que uso dos almohadas
y que ya no me torturo
cuando te hago trasnochar.
Otro alivio es que en su árbol
los pajaritos de alba
siguen ensayando el coro
con que te bienvenirán.

El teléfono persiste
en coleccionar absurdos.
Embromarme sigue siendo
un deporte universal.
Y la puerta a esta comida
donde la ha golpeado el mundo
cuando menos una buena parte
de la humanidad.

El cine de enamorados
tuvo un par de buenas pistas,
nuestro cabaret privado
sigue activo por su bar,
se nos sigue desangrando
la llave de la cocina
y yo sigo sin canciones
habiendo necesidad.

Pueden ser casualidades
u otras rarezas que pasan
pero donde quiera que ando
todo me conduce a ti.
Especialmente la casa
me resulta insoportable
cuando desde sus rincones
te abalanzas sobre mí.

No exagero si te cuento
que le hablo a tu fantasma
que le solicito agua
y hasta el buche de café.
En días graves le he pedido
masajes para mi espalda,
los peores ni te cuento
porque no vas a creer.

Hay días que en tu sacrificio
acaricio tu fantasma
pero donde iba el delirio
no oigo tu respiración.
Siempre termino en lo mismo:
asesino tu fantasma
y la diana me sorprende
recostado en el balcón.

Ya no sé si lo que digo
realmente nos hace falta,
hoy no es día inteligente
y no sé ir más allá,
pero cuando puedas vuelve
porque acecha tu fantasma
jugando a las escondidas
y yo estoy muy viejo ya.

*


Generaciones


Un viejo y un niño desnudos se ven
jugando en la arena, lamida de mar
el viejo es muy viejo, su barba es azul
el niño es muy niño, su risa esta intacta aún
y juegan al mundo, la historia, la vida común.

Y allí se destrozan, se besan, se van
con viejas costumbres que a diario se van
y un pájaro pasa y se pone a llorar
y el viejo y el niño le caen a pedradas los dos
pues ha interrumpido su rito sagrado de amor.

Un pájaro cuelga del hueco del cielo
un pájaro blanco en estado de celo
un pájaro ha dicho que ha visto vivir
un pájaro puede si quiere ponerse a llorar
pero ¿quién ha visto que un pájaro tenga que hablar?

¿Quién sabe de un agua que cubre el dolor?
¿quién sabe de un sitio que guarde el amor?
¿quién sabe una historia que sepa mejor?
¿quién sabe de un viejo y un niño jugando en el mar?
¿y de un pájaro blanco que se le ha olvidado volar?


*


Canción de invierno
(o Casi Gladys, Carmen y un poco de todos)




Es día de frío y llegas a casa,
vienes de la tarde cansada de un jueves,
los muebles, tu perro y millones de ojos,
están como siempre esperando tu vuelta
en la que presientes que nada ha cambiado.
Te espera lo mismo, el sueño ha pasado.

Recoges tu pelo tan libre en la tarde
quizás porque alguien nunca lo vio preso.
Te sientas y cenas y todas las culpas
te dan con un peso mayor que tus fuerzas
y pugnan tus ojos y esta tarde loca
hasta que eres débil y tapas tu boca.

Cuando todo pasa te crees segura
mientras con tus horas revuelves cenizas.
Presientes muy dentro pasiones prohibidas,
no importa mentirse para ser felices
hasta que un deseo se meta en tu lecho
mas ¿qué estás pensando? Te tapas el pecho.

Pero necesitas quedar bien con todo,
todo que no sea bien contigo misma.
La angustia es el precio de ser uno mismo,
mejor ser felices como nuestros padres
y hacer de la lástima amores eternos
hasta que a la larga te tape el invierno.

(1968)


*

Mariposas

Hoy viene a ser como la cuarta vez que espero
desde que sé que no vendrás más nunca
he vuelto a ser aquel cantar del aguacero
que hizo casi legal su abrazo en tu cintura
y tú apareces por mi ventana
suave y pequeña, con alas blancas
yo ni respiro para que duermas
y no te vayas.

Qué maneras más curiosas
de recordar tiene uno.
Qué maneras más curiosas
Hoy recuerdo mariposas
que ayer sólo fueron humo
Mariposas, mariposas,
que emergieron de lo oscuro
bailarinas silenciosas.

Tu tiempo es ahora una mariposa
navecita blanca, delgada, nerviosa
Siglos atrás inundaron un segundo
debajo del cielo, encima del mundo

Así eras tú en aquellas tardes divertidas,
así eras tú de furibunda compañera.
Eras como esos días en que eres la vida
y todo lo que tocas se hace primavera
¡Ay mariposa!, tu eres el alma
de los guerreros que aman y cantan
y eres el nuevo ser que hoy se asoma
por mi garganta.

Qué maneras más curiosas
de recordar tiene uno.
Qué maneras más curiosas
Hoy recuerdo mariposas
que ayer sólo fueron humo
Mariposas, mariposas,
que emergieron de lo oscuro
bailarinas silenciosas.

Tu tiempo es ahora una mariposa
navecita blanca, delgada, nerviosa
Siglos atrás inundaron un segundo
debajo del cielo, encima del mundo

(1972)

*

Palabras


Cuando se ande descalzo, paso a paso de viento,
cuando venga del polvo la ciudad destruida,
que alguien cante una estrofa a las manos de un muerto,
que alguien diga algún verso a su espacio de vida.

Puede ser
que sus restos no se distingan en la ciudad,
que la perfección de la piedra no luzca piel.
Puede ser que su sangre no mueva una astronave,
puede ser que sus huesos no sirvan para torres,
puede ser que una estrella brille más que su voz.
Ha pasado que el llanto se convierte en palabras,
ha pasado que un hombre se convierte en palabras,
palabras, palabras, palabras a granel.

Cuando la muerte sea inalcanzable y rara,
cuando un mohoso grillete repose en la vitrina,
que se dé a cada hijo una flor y una bala,
que se sepa que el mundo va sembrado de vidas.

Se sabrá
que este ir y venir de piedras no se quedó,
que una lluvia lejana fue a mojar la ciudad.
Fijaremos con clavos las ventanas, los sueños,
los pedazos de tierra, la limpieza y el lodo,
las guitarras, las sillas, las piedras y el amor.
Porque ha pasado que historia se convierte en palabras,
ha pasado que el mundo se convierte en palabras,
ha pasado que todo se convierte en palabras,
palabras, palabras, palabras a granel.

(1970)

*

Y siempre más y más y más.
¿DARWIN: DAR O GANAR?





EL ORIGEN DE LAS ESPECIES.



© Más que un limpiador: WINDAR: Selección natural.





Slogan © C. Darwon.

9.1.07

LACA EMPLUMADA PARA 2007



Y mientras los muchachos conversaban,
allá lejos,
plastilinos perros flacos.

8.1.07

LO PRIMERO QUE NOTÉ


Hoy por la mañana pude ver muy claro
el punto lejano de la carretera inundada de rojas luces
-ensimismadas e individuales, propias de rebaño original-
que consuman cada día el rito hacia Rosarito, muy rosadito.

Ah que osado, el camino.

Hoy por la mañana pude ver muy claro
la arena suelta, envuelta y en vuelta
sobre su propia redondeada lucidez.
La grave grava asfáltica cementerosa que hiciera
patinar
mis pies.

(Osadito el camino, ya dije)

Hoy por la mañana pude ver muy claro
que la vieja combi combada de hojalatería prestada
y setentera inconclusa,
la vieja combi combada aparcada desde hace treinta años
de mismo perro abajo,
enpolvado y ladrido ciego,
treintañero el perro como yo
que cada día bajo
por la loma malona de mis días y seis años de frontera presurosa,
desapareció.
Muestra decir que nada es para siempre.

(Otra vez el rosa rosado de rosa, qué cosa!)

¿Qué falta? ¿Porqué todo tan sin verde vida ni morado segundo?

Hoy por la mañana pude ver muy claro
que ni ramas, ni hojas,
ni combi combada ni perro.
Puras luces.
Rosas rosadas rojas.
Todo muy claro.
Demasiado.
No verde vida.
Nunca más morado segundo.
Y clara, a lo lejos: la parada del camión.

A la enórmica, magnífica e insular Jarancanda
de la loma de mi calle
la arrancaron.

Entonces ahora claro quiero ver
que ose el camino osar: raso: rosa: sarro.

6.1.07

TENOR


Graves las aves que en la octava central cantan sobre todo el estruendo. Potencia.

Las aves migran ¿cierto?

Dramático el cielo que las escucha.

Sola la novia del avión: Navío.

1.1.07

QUANAXHUATO


Cuando vivo mi ciudad natal, convertida en mágica e ignota por la distancia, puedo caminarla y verla, repetirla. La repaso murmullándola. A cada paso. Cada día. Nunca se me acaba. Luego, me da un poco de frío en las manos.